La fisioterapia en el Perú tiene sus raíces en las prácticas tradicionales de las antiguas civilizaciones peruanas. Nuestros antepasados empleaban movilizaciones, ejercicios y terapias naturales para tratar diversas dolencias, demostrando una comprensión profunda de la anatomía y la salud humana. Durante la época colonial y, posteriormente, en la República, la fisioterapia comenzó a modernizarse influenciada por los principios de Per Henrik Ling, considerado el padre de la fisioterapia moderna. En el Perú, figuras como Voto Bernales, Leonidas Avendaño y César Sánchez Aizcorbe destacaron en la aplicación de estas técnicas a finales del siglo XIX y principios del XX, marcando el inicio de una práctica clínica más estructurada y científica.

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En la actualidad, la fisioterapia en el Perú enfrenta numerosos desafíos y oportunidades. La necesidad de un acceso equitativo a los servicios de fisioterapia en todo el país, especialmente en áreas rurales y remotas, es una prioridad. Además, la creciente epidemia de enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población demandan una respuesta robusta en términos de prevención y promoción de la salud, áreas en las que la fisioterapia juega un papel crucial. La fisioterapia puede contribuir significativamente a la consecución de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas, como la salud y bienestar, la igualdad de género, la reducción de desigualdades, el trabajo decente y la acción climática. Promoviendo la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de lesiones y enfermedades, la fisioterapia ayuda a reducir la carga de enfermedades crónicas no transmisibles y mejora la calidad de vida de los peruanos.

Para abordar los desafíos actuales, se deben implementar estrategias para mejorar la educación en fisioterapia, regular y acreditar la práctica, y garantizar el acceso equitativo a los servicios en todas las regiones del país. Además, es crucial promover la investigación y el liderazgo profesional, estableciendo programas de formación y desarrollo continuo, así como sistemas de monitoreo y evaluación que aseguren la calidad y seguridad de la práctica. La creación de un colegio profesional independiente es esencial para la fisioterapia en el Perú. Esta entidad debe representar exclusivamente a los fisioterapeutas, promoviendo sus intereses y desarrollo. Un colegio independiente asegurará la regulación adecuada de la práctica profesional, la mejora continua de la educación y la promoción de estándares de calidad en la atención.

Al celebrar los 200 años de independencia del Perú, es imperativo reconocer que, así como hemos construido una nación libre, los fisioterapeutas debemos continuar luchando por nuestra libertad profesional. Solo así podremos asegurar que la población peruana reciba una atención de fisioterapia de alta calidad, que promueva la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida. La fisioterapia no solo cura, sino que también previene, promueve y transforma, y es en este espíritu que debemos avanzar hacia el futuro.

Esta crónica reflexiva, escrita en el contexto de las Fiestas Patrias del Perú, es un llamado a la acción para fortalecer la profesión de la fisioterapia en nuestro país. Así como nuestros próceres lucharon por la libertad y la construcción de una nación democrática, los fisioterapeutas debemos continuar nuestro esfuerzo por una profesión independiente y reconocida. La historia nos enseña que la libertad es un camino continuo de transformación, y la fisioterapia en el Perú debe seguir este camino para asegurar un futuro saludable y próspero para todos.